EL EXCESO DE SUDOR UN PROBLEMA CON SOLUCIÓN
Cuando el sudor surge en exceso en determinadas zonas corporales se transforma en un grave problema para el paciente. Sus ropas se humedecen continuamente, los zapatos se deterioran, los papeles se mojan al tocarlos y los bolígrafos se escurren en las manos. Este problema conocido con el nombre de hiperhidrosis, no es más frecuente en la actualidad que hace unos años sino que cada vez se consulta con mayor frecuencia debido a sus importantes repercusiones sociales. El sudor surge de las glándulas sudoríparas que se abocan a la piel por unos pequeños canalículos por donde sale el sudor.
Existen tres tipos de exceso de sudor (hiperhidrosis).
- En el primer tipo, en que la hiperhidrosis se asocia a diferentes enfermedades neurológicas, metabólicas… En estos casos es necesario hacer una meticulosa historia clínica y exploración física para identificar la causa.
- El segundo tipo es la hiperhidrosis de causa desconocida. Los pacientes la presentan ante situaciones normales y la localización habitual son las axilas, palmas de manos y plantas de piel. Este tipo de hiperhidrosis se sufre todo el año y no sólo durante las épocas de calor.
- El tercer tipo de hiperhidrosis surgiría ante situaciones estresantes o emociones importantes.
Test del sudor
Consiste en aplicar una solución de I-IK sobre las zonas con hiperhidrosis y luego espolvorear almidón. Las glándulas sudorales se verán como pequeños puntos negros en la superficie cutánea.
Tratamiento para la hiperhidrosis
Antes de instaurar el tratamiento se debe realizar un diagnóstico correcto, mediante una meticulosa historia clínica y exploración física.
El primer eslabón terapéutico suele ser el empleo de antitranspirantes locales o la iontoforesis. Este último es un sistema mediante el cual se aplica una corriente eléctrica a una solución salina en contacto con la superficie en manos, piel o axilas.
Para aquellos pacientes en los que fallan los tratamientos del primer eslabón se sugiere infiltrar toxina botulínica. Este fármaco que se obtiene de una bacteria llamada Clostrydium botulinum bloquea a las fibras nerviosas que estimulan el sudor en las glándulas sudoríparas. De esta forma se consigue una disminución en la producción de sudor. El fármaco se inyecta en la zona afecta previa localización de las glándulas mediante el test de producción de sudor.
La toxina botulínica es especialmente útil, y por este orden, en las axilas, palmas de manos y plantas de pies. El paciente tolera bastante bien las inyecciones en las axilas, sin embargo, es preciso realizar algún tipo de procedimiento anestésico (EMLA, bloqueo regional, sedación) para las palmas de las manos.
El tratamiento se puede repetir periódicamente y no hay ninguna contraindicación que impida realizar este procedimiento.