Tratamiento de la rosacea

La rosácea se caracteriza principalmente por un enrojecimiento facial. Se puede dividir en cuatro grupos o tipos según sus características:

Rosácea eritematosa-telangiectásica

Aparece como enrojecimiento del centro de la cara, nariz y mejilla. La piel suele estar muy inflamada y especialmente sensible al tacto, con una sensación de ardor. Se pueden apreciar pequeños vasos sanguíneos dilatados o telangiectasias. 

rosacea antes y despues laser dermaclinic
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Antes y después del tratamiento de la rosácea con láser en Dermaclinic

Rosácea pápulo-pustulosa

Aparecen alteraciones que recuerdan al acné. Las pequeñas pústulas o granos aparecen en brotes, sobre todo en las mejillas, con una morfología asimétrica. La piel también está muy sensible. Se pueden ver telangiectasias en su superficie y también algunas pápulas, así como granitos con pus. 

Rosácea fimatosa

El término hace referencia al engrosamiento de la piel. Casi todos los casos se dan en varones. Se aprecian los poros muy dilatados, se pueden ver arañas vasculares. Al tacto, la piel está rugosa y se palpan bultos internos, por la fibrosis irregular. La región donde aparece con más frecuencia es en la nariz, en ese caso se denominaría rinofima.

Rosácea ocular

La afectación de los ojos en la rosácea es algo muy característico y bastante habitual, hasta uno de cada cinco casos pueden desarrollarlo. Suele aparecer especialmente en los casos de rosácea en pacientes jóvenes. Los ojos están lacrimosos, irritados y enrojecidos. El borde los párpados suele verse afectado con más frecuencia, apareciendo telangiectasias en la superficie. Las personas suelen quejarse de tener sensación de arenilla en el ojo, y frotárselo con frecuencia.